Analicemos el proceso de pago como un proceso desde dos perspectivas: consumidores y vendedores.
El punto de vista del consumidor
El proceso de pago online es bastante intuitivo desde el punto de vista del consumidor. Por ejemplo, comprar en un sitio web de comercio electrónico es similar a realizar compras en una tienda minorista normal: un consumidor recoge los productos, los coloca en un carrito y pasa a la caja para pagar. En la vida real, pagamos en el mostrador. En cuanto a las compras online, utilizamos un pago igualmente online, una página de pago, donde a menudo tenemos una selección de métodos para elegir. Una vez que hayamos decidido, debemos introducir la información necesaria para pagar con este método particular. Puede ser un número de cuenta o tarjeta de crédito, identificación, fecha de vencimiento de la tarjeta, nuestro nombre completo, etc. El siguiente paso es el proceso de verificación que garantiza la seguridad y evita el fraude, y eso es todo: se supone que debemos obtener un recibo y luego nuestro pedido.
El punto de vista del vendedor
Es un poco más complicado desde el punto de vista de los vendedores. Como empresario, debe abrir una cuenta bancaria, una cuenta en un proveedor de servicios de pago o ambas. Luego, deberá obtener una solución de pago online e integrarla en su aplicación o sitio web. Después de eso, su empresa puede comenzar a vender, cumplir con los pedidos y cobrar los pagos. Mientras que lo último generalmente no es un problema, obtener una solución de pago puede ser más complicado.